Si bien es cierto que hay personas que utilizan bitcoin para concretar un crimen, como es el caso de cibercriminales que piden una recompensa en bitcoin para detener un ataque, hay muchas otras personas que lo utilizan para hacer el bien.
Por ejemplo, en países con una alta inflación y controles cambiarios como Venezuela, Turquía y Argentina, es cada vez más la gente que compra bitcoin para resguardar su poder adquisitivo, ya que si lo guardan en la moneda de curso legal de su país, pierden poder de compra día a día debido a la inflación de su moneda.
Hay comerciantes que aceptan bitcoin y se ahorran las altas comisiones que cobran las empresas de procesamiento de pago como PayPal, Visa y Mastercard, además de que el dinero le llega rápidamente en lugar de tener que esperar días.
También están los artistas que comparten sus direcciones de criptomonedas en las obras que crean y reciben donaciones desde cualquier parte del mundo.
En otras palabras, así como los dólares son utilizados para hacer el bien y el mal, no es distinto en el caso de bitcoin. La diferencia está en que la ruta del dinero en efectivo es irrastreable mientras que la de bitcoin sí.