En bitcoin no existe el anonimato, sino el seudoanonimato. Si bien ambas buscan ocultar la verdadera identidad de quien está detrás, hay diferencias.
El seudoanonimato se obtiene al actuar bajo un alias (o seudónimo), por ejemplo John Doe o Satoshi Nakamoto. Si bien no sabemos exactamente quién es, es posible investigar y conectar todas las actividades realizadas bajo ese mismo alias y concluir posibles identidades reales.
Cuando alguien permanece anónimo es porque no hay datos que puedan identificar a esa persona y tampoco es posible conectar determinada acción con otra para rastrearla.
Por diseño, cuando alguien envia bitcoins a otra persona, esa transacción se registra en la blockchain de bitcoin, una base de datos distribuida a lo largo del mundo. Se registra qué dirección le envío cuántos bitcoins a qué otra dirección, junto con la fecha y hora. Este registro es inalterable. Entonces, las direcciones de bitcoin actúan como pseudónimos, y como está todo registrado publicamente, es posible rastrear todas las transacciones anteriores de determinada dirección. Hay exploradores de blockchains online, como Blockstream.info, donde uno ingresa una dirección y puede visualizar todas las transacciones realizadas.
Más sobre distintas maneras de aumentar nuestro nivel de privacidad, pronto en criptowiki.