Contraseñas débiles
Las tres contraseñas más usadas en el 2022 a lo largo del mundo fueron, de acuerdo a un informe Nord Security1, “password” (“contraseña” en inglés), “123456” y “123456789”. Esta información se sabe gracias a las filtraciones de datos donde quedan expuestas.
Quienes utilizan este tipo de contraseñas corren un gran riesgo porque esta misma información también la tienen cibercriminales, quienes la aprovechan para realizar ataques más eficientes.
Contraseñas más fuertes
Cuanto más larga la contraseña, mejor, siempre y cuando incluya también letras (minúsculas y mayúsculas), números y símbolos. También es importante que la contraseña sea generada “aleatoriamente” para que otra persona no la adivine y para que una computadora no la encuentre rápidamente probando combinaciones. Esto es porque los humanos no tenemos la capacidad de generar datos de manera impredescible, mientras que las computadoras son mejores para hacer esa tarea.
Qué no hacer
Es importante evitar reutilizarlas, evitar incluir datos personales, evitar compartirlas y evitar guardarlas en un archivo de texto plano.
Complicado memorizar tanto
A su vez, por más que generemos contraseñas con algún software, resultaría muy complicado memorizar las decenas de contraseñas que utilizamos para ingresar a nuestro correo electrónico, redes sociales y dispositivos, entre otros. Tampoco es una opción segura anotarla en un papel y dejarlo al lado de nuestra computadora, ya que otra persona la podría ver fácilmente.
Una solución
¿Cuál es una solución? Usar un gestor de contraseñas.